Un nutricionista explica por qué la falta de vitamina D te puede hacer aumentar de peso

La relación entre la falta de vitamina D y el aumento de peso es un fenómeno que ha llamado la atención de nutricionistas y profesionales de la salud.

Un reconocido nutricionista experto en psiconeuroendocrinología, ha destacado la importancia crucial de la vitamina D en el metabolismo y cómo la deficiencia de esta vitamina puede dificultar la pérdida de peso, a pesar de los esfuerzos en diversas dietas.

Esa vitamina,, que realmente está clasificada como una vita-hormona debido a su función más parecida a la de una hormona que a una vitamina, desempeña un papel que resulta clave en la regulación de procesos metabólicos, incluyendo la influencia en hormonas como la insulina, responsable de la distribución de la glucosa a los tejidos para proporcionar energía.

En este sentido, la vitamina mejora la resistencia a la insulina, evitando elevaciones significativas de glucosa en sangre que podrían desencadenar inflamación, y actúa como un agente antiinflamatorio.

La relación entre la Vitamina D y el peso

La relación entre la vitamina D y el peso corporal se vuelve todavía más intrigante cuando se considera que las personas con sobrepeso tienden a tener niveles más bajos de esta vitamina. El experto explica este fenómeno señalando que la vitamina D tiende a almacenarse en los tejidos grasos, siendo liposoluble.

Esto provoca que, a medida que la grasa corporal aumenta, la vitamina se queda atrapada en las células adiposas, y por tanto, se reducen los niveles en la sangre. Este proceso crea un círculo vicioso, ya que la falta de vitaminas contribuye a la resistencia a la insulina y un metabolismo energético deficiente, lo que dificulta la pérdida de peso.

La microbiota intestinal también entra en juego en este complicado rompecabezas, ya que se ha observado que las personas que aprovechan más las calorías de los alimentos tienen una proporción diferente de bacterias intestinales, específicamente más Firmicutes que Bacteroidetes.

Además, los niveles de vitamina D influyen en la composición de estas bacterias, creando un círculo vicioso que complica aún más los esfuerzos por perder peso.

Antes de embarcarse en un plan de adelgazamiento, el nutricionista recomienda que las personas con sobrepeso, que se sometan a un análisis de sangre para evaluar sus niveles de vitamina D.

Sorprendentemente, muchos individuos con obesidad nunca han tenido esta evaluación antes de iniciar una dieta. En caso de deficiencia, el especialista sugiere la incorporación de suplementos que combinen vitamina D con vitamina K. La vitamina K va a facilitar la distribución efectiva de la vitamina D en los tejidos y mejora la microbiota intestinal.

Otros beneficios

Además de sus beneficios para la pérdida de peso, la vitamina D también juega un papel en la reducción de la sensación de fatiga. Las personas obesas, con niveles bajos de vitamina D, a menudo experimentan fatiga, lo que puede obstaculizar sus esfuerzos para realizar ejercicio. A medida que los niveles de vitamina D aumentan, la energía también se eleva, incentivando a las personas a participar más activamente en actividades físicas.

Por tanto, es muy importante, mantener niveles óptimos de vitamina D, ya que puede tener un impacto positivo en la pérdida de peso al mejorar la resistencia a la insulina, optimizar el metabolismo energético y favorecer una composición de microbiota intestinal asociada a personas delgadas.

Aunque la exposición solar es la principal fuente de vitamina D, es crucial abordar cualquier deficiencia mediante suplementos, especialmente para aquellos que tienen sobrepeso y pueden estar experimentando niveles más bajos de esta vitamina. Antes de embarcarse en cualquier programa de adelgazamiento, es esencial realizar un análisis de vitamina D bajo la supervisión de un profesional de la salud para abordar adecuadamente esta posible barrera para la pérdida de peso.


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