Un moderador de Facebook recibe la incapacidad permanente absoluta por vídeos perturbadores

Un trabajador que desempeñaba labores como moderador de contenidos para las redes sociales de Meta, incluyendo Facebook e Instagram, ha sido reconocido con una incapacidad permanente absoluta a la edad de 40 años.

Esta determinación proviene del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que, tras la evaluación de un tribunal médico, ha validado la gravedad de los efectos derivados de la constante exposición a vídeos e imágenes extremadamente perturbadores que abarcan temáticas como pedofilia, violaciones, suicidios, actos terroristas y agresiones, entre otras «atrocidades».

La incapacidad permanente es una condición que afecta la capacidad de una persona para trabajar de forma permanente debido a problemas de salud. Se divide en cuatro grados, que determinan el nivel de limitación funcional y la capacidad de desempeñar distintas actividades laborales:

  • Incapacidad permanente parcial: La persona experimenta una disminución de al menos el 33% en su capacidad laboral habitual.
  • Incapacidad permanente total: Se pierde la capacidad para realizar las tareas fundamentales de cualquier profesión.
  • Incapacidad permanente absoluta: La persona no puede desempeñar ninguna actividad laboral o profesional.
  • Gran invalidez: Se necesita asistencia de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Incapacidad permanente por vídeos e imágenes perturbadoras

El individuo llevaba a cabo sus responsabilidades laborales para una subcontrata de Meta en la Torre Glòries de la Ciudad Condal, donde él y sus colegas tenían la tarea de filtrar los contenidos destinados a las redes sociales para garantizar su conformidad con las políticas de Meta. En consecuencia, durante extensas jornadas y bajo estrictos estándares que, en muchos casos, les obligaban a visualizar el contenido hasta el final para cumplir con la actividad asignada, se vieron expuestos a imágenes de extrema crudeza, debiendo calificarlas y catalogarlas según los protocolos establecidos.

Lo que inicialmente parecía una oferta laboral generosa y significativa pronto se transformó en una situación que causó estragos mentales tanto en el individuo afectado como en sus compañeros. Mientras numerosos expertos alertan sobre los contenidos impactantes presentes en las redes sociales, este trabajador se enfrentaba directamente a ese material sin el filtro previo que llega al usuario común.

Durante su periodo en la empresa, que abarcó dos años y cuatro meses, desde 2019 hasta 2021, comenzó a manifestar síntomas compatibles con el trastorno por estrés postraumático, incluyendo flashbacks visuales y auditivos, depresión, cefaleas, mareos, insomnio persistente y pesadillas recurrentes.

En ese lapso, fue testigo de situaciones extremas, como asesinatos a sangre fría, lo cual, según su abogado Joan Josep Gimeno de Coronas Advocats, ha llevado a una incapacidad permanente absoluta, no solo para su trabajo anterior sino, por el momento, para cualquier tipo de empleo. Aunque se espera que su sintomatología pueda mejorar con el tratamiento actual y sin exposición al factor externo que la desencadenó, hasta ahora persisten los efectos negativos.

Cambios en su vida diaria

El individuo, cuya vida se ha visto completamente afectada, solicitó y obtuvo la incapacidad permanente absoluta por accidente laboral después de una revisión del tribunal médico. A pesar de llevar tres años en esta situación, los síntomas aún no han remitido, afectándole incluso en situaciones cotidianas en las que experimenta estrés, desencadenando pensamientos y flashbacks que le impiden llevar una vida normal.

La Inspección de Trabajo catalana concluyó que se trataba de un accidente laboral, señalando deficiencias en las medidas de prevención en la empresa. Aunque la compañía fue multada por más de 40.000 euros por carecer de un sistema de evaluación del riesgo psicosocial hasta septiembre de 2020, los empleados afectados señalan la ineficacia de las medidas de bienestar y asistencia psicológica proporcionadas.

Con la incapacidad permanente absoluta y la certificación de que no está en condiciones de trabajar en ningún empleo, este hombre de 40 años recibe una pensión de forma indefinida. Sin embargo, su situación será revisada nuevamente en julio, y si muestra mejoría, podría considerarse un cambio de empleo, alejándose de la moderación y filtración de contenido visual perturbador.


Quizás te interese: