El hecho de recibir una pensión no contributiva es muy importante para muchas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica.. El hecho de recibir una prestación estatal de esta naturaleza significa que el destinatario tiene ciertos derechos, pero por otro lado, también tiene ciertas obligaciones.
Estas obligaciones en ocasiones están relacionadas con trámites que pueden ser específicos, como la presentación de documentos y datos personales al momento de solicitar un beneficio, que demuestren que se han cumplido los requisitos para ello. Otras veces, es necesario realizar trámites periódicos para demostrar que los ingresos no superan los límites establecidos, por ejemplo para que pueda seguir recibiendo apoyo. Las personas que reciben una pensión de vejez no contributiva deberán presentar una declaración de renta antes del 1 de abril para poder seguir cobrando el monto y tener los trámites en regla.
Pensión contributiva
Las diferencias entre pensiones contributivas y no contributivas son simples. En este caso nos centraremos en las pensiones de vejez, de las que somos responsables de la entrega de este documento.
Los primeros, como su nombre indica, son aquellos que han cotizado a la Seguridad Social durante su vida laboral y están cobrando prestaciones. subsidio de cotización, cuyo importe viene determinado por el número de años en que se pagaron las cotizaciones y la base reguladora por la que se pagaron. Los jubilados que cotizaron más años y percibieron salarios más altos recibirán una cantidad mayor que aquellos con salarios más bajos o que cotizaron por un período mínimo de tiempo.
El período mínimo de cotización para tener derecho a una pensión de vejez contributiva es de 15 años. En este caso no se cobra el 100% del importe, pero se recibe el 50%. A medida que aumenta el número de años de aportes, el porcentaje que recibe el jubilado irá aumentando hasta alcanzar el número mínimo requerido de años de aportes, que es 38.
Pensión no contributiva
Una pensión de vejez no contributiva, a diferencia de una pensión contributiva, es una pensión que reciben las personas que no han cotizado el número mínimo de años requerido. recaudar impuestos y se encuentra en dificultades financieras. En este caso, las pensiones no provienen de la seguridad social, sino es el imserso (Instituto de mayores y servicios sociales) la persona encargada de proporcionar las pensiones no contributivas a los jubilados.
Estos beneficios, a diferencia de los beneficios contributivos, no son proporcionales a los salarios que los trabajadores cotizaron durante su tiempo de trabajo activo, sino que su monto es asignado por los organismos correspondientes.
Documento a presentar para mantener su pensión
Como hemos dicho, el principal requisito para percibir una prestación de pensión no contributiva es encontrarse en situación de vulnerabilidad económica. Es por eso Las personas que lo recopilen deben enviarlo todos los años y antes del 1 de abril.y declaración de resultados y rentas con el Imserso o a las autoridades competentes de las comunidades autónomas en las que residan.
Si no lo hacen, estas autoridades pueden suspender el pago de las pensiones como medida preventiva hasta la presentación de dicho documento, porque la situación financiera del beneficiario puede cambiar de año en año y se puede exceder el límite de ingresos necesarios para recibir el beneficio.
Por otro lado, Las personas que viven en el extranjero deben saber que es necesario presentar la llamada «fe de vida». Este documento adicional exige que la Seguridad Social de estos jubilados certifique que siguen vivos y por tanto deben seguir cobrando prestaciones. También es necesario informar sobre la situación familiar del pensionado, es decir, si es soltero, viudo, casado o divorciado.