El tema del precio del aceite de oliva en España ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos. Y es que incluso muchas personas que viven en el país se han planteado comprarlo en la frontera y han pasado a consumir otro tipo de alternativas vegetales como pueden ser el aceite de girasol o, incluso aceites como el de colza o aguacate que normalmente eran a veces más caros que el aceite de oliva.
Es una buenísima noticia comunicar que el precio por fin parece estar bajando y que será más accesible para todos, ya que la inflación durante el pasado año 2023 cerró con cifras cercanas al 3%.
Una situación que hace que sean muchas las personas que se han visto obligadas a ahorrar en su cesta de la compra, también por la situación del precio de la vivienda que sigue subiendo a pasos agigantados. Y en medio de todo este panorama el elevado coste del precio de un producto tan esencial como lo es este en España, no facilita las cosas.
Datos sobre la bajada de los precios del aceite de oliva
La buena noticia es que, según datos del Sistema Poolred de la Fundación del Olivar, “durante la semana del 3 al 9 de febrero el precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE) fue de 8.874 euros por tonelada”. Una disminución del 0,57% si se compara con el precio de la semana anterior, lo que supone un descenso.
Pero si analizamos la bajada de precio del aceite de oliva virgen las noticias son aún mejores, ya que su precio descendió un 1,55% (8.390 euros por tonelada).
Las razones de la bajada del precio
Lo que sí podemos afirmar es que el coste del producto, por lo menos en origen, ha descendido ligeramente. Esto se debe por un lado a una menor demanda del producto, causa que desemboca siempre en el mercado en un descenso del precio.
Por otro lado, se está dando un aumento de la oferta aunque parece que las dificultades que se dieron en las cosechas en los últimos tiempos persisten, debido al clima y a los costes de producción mayores que el panorama general marca.
Y es que todas estas causas provocan que se infle el precio final que el consumidor paga y es por ello que para muchas familias o personas que consumen una gran cantidad a diario, se haga insostenible a final de mes y al revisar el importe total que suma el producto a la cesta de la compra.
Otras alternativas al aceite de oliva
No obstante pueden ser muchas las personas que aún vean elevados los precios del aceite de oliva y por ello quieran optar por otras alternativas.
El aceite de girasol, según el Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación, tiene un precio por botella de un litro que oscila entre los tres y cuatro euros. Si se compra en garrafas de cinco litros puede salir más barato, costando unos 11 euros la garrafa.
El aceite de cacahuete quizás no era una opción nada común hasta ahora. La sorpresa es que se puede encontrar con precios de hasta cuatro euros el litro y es muy interesante a nivel nutricional, ya que contiene altos valores de vitamina E, que aporta un alto poder antioxidante.
Terminamos la lista con una opción que no sorprende a nadie, pues en los últimos años se ha popularizado el consumo de aguacate en países occidentales y se sabe que su alto valor nutricional y lo saludable de sus ácidos grasos, convierten este alimento en uno altamente saludable. La buena noticia es que este aceite tiene un coste de entre cinco y ocho euros el litro.
