La pensión por incapacidad permanente es la ayuda económica de la Seguridad Social destinada a los trabajadores que pierden sus rentas salariales o profesionales por enfermedad o accidente. Esta prestación se percibe cuando se tiene reconocida una baja laboral, y el trabajador solicita que sufre un impedimento físico o mental que no le permite realizar su actividad profesional a largo plazo.
Sin embargo, para acceder a la pensión por incapacidad permanente deben pasar por un proceso de evalución realizado por el tribunal médico. Este también se conoce como Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), los cuáles se encargan de hacer preguntas y pruebas al trabajador en cuestión.
Preguntas del tribunal médico para la incapacidad permanente
Desde el organismo explican que el Instituto Nacional de la Seguridad Social, a través de los órganos correspondientes y en todas las fases del procedimiento, se encarga de evaluar, calificar y revisar la incapacidad y reconocer el derecho a las prestaciones económicas contributivas por incapacidad permanente.
En la mayoría de los casos las preguntas son bastante sencillas, pero en ocasiones pueden optar por realizar cuestiones ‘trampa’ para saber con certeza que el trabajador está en condiciones para acceder a la prestación.
Uno de los ejemplos de preguntas frecuentes más comunes sirven para conocer las sensaciones del paciente. Estas están enfocadas en saber cómo se encuentra el paciente, dentro de un proceso que puede ser complicado para la persona que solicita dicha prestación por incapacidad.
Además, si se trata de una de las revisiones que realiza el tribunal médico durante el período que se percibe la prestación, también pueden incluir la pregunta: ¿Ha mejorado tu enfermedad o lesión desde el tiempo que has estado de baja?. Esta pregunta también se complementa con pruebas que acreditan la situación real del trabajador, pero sirve para conocer de nuevo las sensaciones que tiene en ese momento.
Revisiones de la incapacidad permanente
Como ya hemos apuntado anteriormente, el EVI hará las correspondiente gestiones para comprobar el estado del trabajador en el momento de la revisión que deben realizar de forma periódica. Las causas de estas pruebas pueden ser distintas dependiendo de la causa de la baja. No obstante, en la web de la Seguridad Social informan que se clasifican en:
- Agravación.
- Mejoría.
- Error de diagnóstico.
- Realización de trabajos por cuenta ajena o propia del pensionista.
Los resultados de la revisión servirán al tribunal médico de la Seguridad Social para constatar que el trabajador mantiene su derecho a recibir la pensión por incapacidad permanente, tras confirmar el grado de incapacidad.
Sin embargo, tras las pruebas pertinentes también pueden concluir que se haga una modificación del grado de incapacidad y, en consecuencia, de la prestación. Así como finalizar la baja por incapacidad temporal o permanente, y en consecuencia, de la pensión.