El hábito de trasnochar y levantarse tarde puede tener consecuencias perjudiciales a largo plazo para la salud, ya que se ha demostrado que las personas que adoptan este patrón tienen un mayor riesgo de desarrollar niveles elevados de glucosa en sangre y de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2.
Una investigación reciente revela que aquellas personas con tendencias nocturnas tienen más probabilidades de llevar estilos de vida poco saludables, lo que puede predisponerlos a la diabetes.
Entre los comportamientos negativos destacan el tabaquismo, la falta de ejercicio y otros hábitos poco saludables, todos ellos identificados como factores de riesgo para la diabetes según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Las personas nocturnas y los niveles de glucosa
Los resultados del estudio mostraron que las personas nocturnas enfrentan un riesgo significativamente mayor, hasta un 72%, de desarrollar diabetes en comparación con los madrugadores. Incluso después de ajustar por factores de riesgo conocidos, como los hábitos de vida, los trasnochadores aún tienen un riesgo un 19% mayor de padecer diabetes. Esta discrepancia sugiere que pueden existir otros mecanismos biológicos en juego.
Una posible explicación radica en la biología de los noctámbulos y en cómo sus ritmos circadianos difieren de los de quienes siguen patrones de sueño más convencionales. Los trasnochadores suelen experimentar desajustes en sus relojes biológicos internos, lo que puede afectar negativamente a su metabolismo y a la regulación de la glucosa en sangre.
Además, los trasnochadores tienden a dormir menos durante la semana laboral y a recuperar el sueño durante los fines de semana, lo que puede tener implicaciones adicionales para su salud cardiovascular. Los horarios irregulares de sueño y vigilia están asociados con un mayor riesgo de hipertensión, lo que añade otra capa de preocupación para aquellos que prefieren trasnochar.
Por tanto, trasnochar de forma habitual puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, tanto por los hábitos de vida poco saludables asociados como por posibles alteraciones en los ritmos circadianos y la regulación metabólica. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantener un horario regular de sueño y vigilia para preservar la salud metabólica y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Cómo medir la glucosa de forma segura
La búsqueda de dispositivos homologados para medir los niveles de glucosa en sangre es crucial para la salud de quienes padecen diabetes. Aunque los wearables que prometen esta función han generado expectativas, la FDA ha emitido una advertencia contundente sobre su fiabilidad. Ningún dispositivo ha sido aprobado para medir la glucosa sin perforar la piel, lo que plantea serios riesgos para la salud. La falta de autorización implica que estas mediciones podrían ser inexactas, lo que podría tener consecuencias fatales para los pacientes diabéticos que confíen en ellas.
La tecnología aún no ofrece lecturas precisas y seguras sin métodos invasivos. La FDA recomienda el uso de métodos que impliquen la perforación de la piel y que se controlen a través del smartphone, ya que ofrecen lecturas correctas y confiables. En resumen, hasta el momento no existen wearables en el mercado capaces de medir los niveles de glucosa en sangre de manera precisa y segura, por lo que se debe evitar confiar en sus lecturas. La prueba con perforación en la piel sigue siendo el método más efectivo disponible.
