Repartir la herencia a pesar de que todos los herederos no quieran o tengan algún tipo de diferencia entre sí, es posible, pero siempre bajo una normativa que conviene mirar «con lupa». En el proceso de reparto de herencias, es común que surjan discrepancias entre los herederos sobre cómo dividir los bienes dejados por el difunto. La legislación española, consciente de estas situaciones, ofrece varias vías para solucionar estos conflictos y facilitar la distribución de la herencia, incluso en ausencia de un acuerdo unánime entre los implicados.
Repartir la herencia a pesar de que todos los herederos no estén de acuerdo: 3 formas de hacerlo
Te vamos a enseñar cuáles son los tres recursos que puedes usar en caso de que no halles acuerdo con otras personas en relación con una herencia. No son momentos sencillos, pero aquí, la ley tiene mucho que decir al respecto.
Mediación extrajudicial
Una de las primeras opciones a considerar ante el desacuerdo es la mediación extrajudicial. Este proceso involucra a un mediador experto en Derecho de sucesiones que ayuda a las partes a encontrar un terreno común.
A través de la evaluación de los bienes y el cálculo de las legítimas, el mediador propone una partición justa que, si es aceptada por todos los herederos, permite evitar el largo y, a menudo, costoso camino de los procedimientos judiciales. Esta alternativa facilita un acuerdo equitativo y también promueve la armonía familiar al resolver los conflictos de manera amigable.
Interpelación Hereditaria
Cuando alguno de los herederos no se pronuncia respecto a la aceptación o rechazo de la herencia, la interpelación hereditaria ofrece una solución. A través de un notario, se insta al heredero indeciso a tomar una decisión dentro de un plazo de 30 días, bajo advertencia de que su falta de respuesta será interpretada como una aceptación pura y simple de la herencia. Este mecanismo tiene como objetivo desbloquear el proceso de reparto, facilitando así la distribución de los bienes.
División Judicial de la Herencia
Si los esfuerzos de mediación no surten efecto y persiste el desacuerdo, la división judicial de la herencia se convierte en la vía a seguir. Este proceso, también conocido como juicio de testamentaria, se inicia con la demanda de uno o más herederos y se lleva a cabo en el juzgado de primera instancia del domicilio del causante.<\p>
Durante este procedimiento, se nombran contadores y peritos que propondrán una forma de partición. Los herederos tienen la oportunidad de oponerse a estas propuestas, lo que puede dar lugar a audiencias y, finalmente, a una decisión judicial que determine el reparto de la herencia.
Estas medidas legales reflejan el compromiso del sistema jurídico español con la equidad en el reparto de herencias, asegurando que todos los bienes sean distribuidos de manera justa, sin importar los conflictos o desacuerdos entre los herederos. La elección de la vía a seguir dependerá de múltiples factores, incluyendo la complejidad de la herencia, la relación entre los herederos y su disposición a buscar un acuerdo. A fin de cuentas, el objetivo es garantizar una solución justa y eficaz para todas las partes involucradas, preservando, en lo posible, las relaciones familiares.
