La vitamina C es un compuesto esencial en el organismo si queremos sentirnos bien. El déficit de esta vitamina en el cuerpo puede provocar afecciones graves, relacionadas con la falta de absorción de calcio o el deterioro del sistema inmunológico. Por esta razón, es importante que conozcamos de qué forma podemos prevenir que esto ocurra durante el paso de los años.
«La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone a la radiación del sol, rayos X u otras fuentes», así lo explican desde la Clínica Mayo a través de su web.
Además, una de las cosas más interesantes de consumir suficiente cantidad de vitamina C, es que conseguiremos absorber correctamente el calcio de los alimentos. Así como mejorar las defensas del sistema inmunológico y prevenir el desarrollo de enfermedades víricas.
¿Cuáles son las principales fuentes de vitamina C?
Si quieres que tu organismo funcione correctamente, debes mantener equilibrados los niveles de vitamina C en tu cuerpo. La principal fuente que encontramos a nuestra disposición es a través de los alimentos, es decir, aquellos que tienen un alto contenido en esta vitamina. Todos conocemos que la naranja es rica en vitamina C, y la consumimos bastante en la dieta. Sin embargo, hay otros alimentos que también contienen una buena cantidad de ella.
Por ejemplo, estos alimentos ricos en vitamina C te ayudarán a prevenir el déficit en tu organismo: las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas. Como puedes observar, todos ellos son vegetales, y muchos pertenecen a la familia de las crucíferas. Estas aportan múlitples beneficios al organismo, entre ellos una buena cantidad de este compuesto.
¿Qué ocurre si tengo déficit y cómo remediarlo?
Nuestro cuerpo no produce naturalmente vitamina C, por lo que debemos consumirla a través de la dieta. En muchas ocasiones, a pesar de mantener una dieta sana y equilibrada no conseguimos mantener los niveles estables. Y es que influyen muchos factores que pueden propiciar los síntomas derivados de un déficit de esta vitamina:
- Cansancio, debilidad e irritabilidad
- Hematomas
- Problemas dentales y gingivales
- Enfermedades y afecciones de la piel
- Cabello seco
- Anemia
Existe una enfermedad común que los expertos definen como la falta de vitamina C en el organismo, se trata del escorbuto. Este problema se origina cuando hay una falta considerable en el organismo, y puede provocar enfermedades que es necesario tratar profesionalmente. La falta de vitamina C en sangre aparece en un análisis médico, así que tu doctor debe indicarte las recomendaciones necesarias para ti.
Además, la falta de vitamina C puede afectar emocionalmente, con cambios de humos e irritabilidad. Así como puede producir a menudo náuseas, vómitos y diarrea, acidez estomacal, hinchazón o cólicos estomacales, fatiga y somnolencia, o enrojecimiento de la piel.
En cualquier caso, debes consultar con tu médico sobre todo el tratamiento que debes seguir para poner remedio a este problema. Y es que la mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina C con una alimentación equilibrada, pero aquellas susceptibles a tener deficiencia pueden beneficiarse del uso de suplementos.