La seguridad financiera en la etapa de jubilación es una preocupación que atraviesa a la mayoría de los trabajadores. La obtención de una pensión de jubilación es un objetivo principal, pero muchos se preguntan qué sucede si no se logra cumplir con el requisito mínimo de 15 años de cotización.
Esta cuestión se convierte en un dilema para aquellos que podrían no contar con los años suficientes para acceder a una pensión contributiva de jubilación.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 205 de la Ley General de la Seguridad Social, para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación, es necesario acreditar un mínimo de 15 años de cotización, con al menos dos de estos años dentro de los 15 previos a la solicitud de jubilación. En caso de no cumplir con este requisito, la única opción disponible sería explorar la posibilidad de acceder a una pensión no contributiva de jubilación.
Pensión de jubilación no contributiva
La pensión no contributiva de jubilación, como la describe el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en su página web, es una prestación dirigida a ciudadanos mayores de 65 años en situación de necesidad, independientemente de si han cotizado lo suficiente para una pensión contributiva. Sin embargo, obtener esta prestación conlleva cumplir con una serie de requisitos adicionales.
Para optar a una pensión no contributiva de jubilación, el solicitante debe tener al menos 65 años y demostrar una residencia en España de al menos 10 años entre los 16 años y la fecha de devengo de la pensión, con al menos dos años inmediatamente anteriores a la jubilación. Además, existen límites de ingresos que no deben superarse, los cuales varían según la situación familiar del solicitante.
Los límites de ingresos oscilan desde los 7.250,60 euros anuales para un ciudadano que vive solo hasta los 56.192,15 euros anuales para unidades de convivencia de cuatro o más personas. Estos límites se ajustan dependiendo de si el solicitante convive con sus padres, hijos u otros miembros de la familia.
Cuánto se cobra por una pensión de jubilación no contributiva
En lo que respecta a la cuantía de la pensión no contributiva de jubilación, esta se establece en 517,90 euros mensuales y 7.250,60 euros anuales como cifra general. Sin embargo, existen variaciones según la situación particular del beneficiario. Por ejemplo, aquellos que cumplan ciertos requisitos específicos pueden obtener el 25% de esta cuantía, mientras que si coinciden dos o más beneficiarios en la misma unidad de convivencia, la cuantía de la pensión se ajusta en consecuencia.
Por tanto, ante la incapacidad de cumplir con los requisitos para acceder a una pensión contributiva de jubilación, la opción de una pensión no contributiva se presenta como una alternativa para garantizar un sustento económico durante la etapa de retiro. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que acceder a esta prestación implica cumplir con una serie de requisitos y límites de ingresos establecidos por las autoridades pertinentes. Por tanto, mantenerse informado y planificar adecuadamente el futuro financiero se convierte en una tarea prioritaria para todos aquellos que se encuentran en esta situación.