No es una situación fácil, y es que la muerte de un familiar no solo trae alteraciones emocionales, sino que también puede afectar los trámites diarios. En este aspecto, en España, la ley permite pagar el Impuesto de Sucesiones utilizando los fondos de la cuenta bancaria del titular fallecido, pero solo bajo ciertas condiciones. Esto está regulado de esta manera para facilitar el proceso de liquidación del impuesto sin necesidad de que los herederos tengan que aportar fondos propios inicialmente, en lo que se entiende como una situación ya difícil de por sí.
Pagar el Impuesto de Sucesiones con cargo a la cuenta del titular fallecido
En este aspecto, conviene tratar varios puntos clave para entender mejor el proceso global, desde el acceso a la propia cuenta hasta cómo se realizan todas las gestiones necesarias para el pago del Impuesto de Sucesiones, de tal forma que quien hereda no se vea en un aprieto económico.
Acceso a la cuenta del fallecido
El acceso a la cuenta bancaria de un fallecido es un procedimiento delicado que requiere la realización de varios pasos para garantizar que los fondos se manejen de acuerdo con la ley. Primero, los herederos deben presentar el certificado de defunción al banco para demostrar el fallecimiento del titular de la cuenta. Este es el primer paso para desbloquear el proceso administrativo relacionado con la herencia.
Para esto, también se requiere el último testamento del fallecido, que debe ser validado legalmente, normalmente en presencia de un notario. Si no hay un testamento, se aplicarán otro tipo de leyes. El inventario de la herencia es otro documento crucial, ya que detalla todos los activos y pasivos del fallecido. Este documento es necesario para evaluar el valor total de la herencia que se está transmitiendo.
Proceso de pago directo del Impuesto de Sucesiones
En este aspecto, los bancos ayudan. El pago directo del Impuesto de Sucesiones por parte de las entidades bancarias facilita el proceso administrativo. ¿Cómo lo hace? Permite que el banco actúe como intermediario para asegurar que el impuesto se pague adecuadamente y a tiempo, evitando así multas. Para realizar el pago, eso sí, el banco necesita la documentación que justifique la cantidad a pagar, incluyendo la valoración de la herencia y la determinación del impuesto debido según las tasas aplicables.
En cualquier caso, es importante destacar que la ley establece que solo se pueden utilizar los fondos suficientes de la cuenta del fallecido para cubrir el importe del Impuesto de Sucesiones. No está permitido usar más fondos de los estrictamente necesarios para este fin. Esta es una forma de proteger a los herederos legítimos.
¿Y después del fallecimiento?
Es común que, después del fallecimiento de un individuo, continúen efectuándose cargos automáticos a su cuenta bancaria, especialmente para gastos que fueron autorizados por el titular antes de su muerte.
Las cuentas bancarias del fallecido pueden seguir siendo objeto de cargos para el pago de servicios. Esto incluye pagos periódicos como los servicios básicos de agua, luz, telefonía, impuestos, seguros, etc. Aquí conviene considerar factores personales, por ejemplo, si se vive en la misma casa del fallecido, cambio de nombre de los servicios, etc. En el caso de que el fallecido fuese el único titular de la cuenta, es necesario obtener la autorización de todos sus herederos para disponer del saldo restante.
Así pues, a modo de conclusión, en España, la ley permite el uso de fondos del fallecido para pagar el Impuesto de Sucesiones, facilitando así el manejo de la herencia en un momento ya de por sí complicado. En cualquier caso, conviene consultar con especialistas en la materia para aclarar posibles dudas.
