Nueva jornada laboral en 2024: el Gobierno ya lo ha confirmado

El Gobierno español ha confirmado su segundo gran objetivo laboral para esta legislatura: reducir la jornada máxima de trabajo de 40 horas semanales (8 horas diarias) a 38,5 horas semanales (7 horas y 42 minutos diarios) a partir de este año. Anunciada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la medida busca cambiar la dinámica del trabajo en España y afectará al 55% de la población activa del país.

Compromiso con la calidad de vida

El Gobierno ha centrado su atención en reformar la jornada laboral tras la histórica subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de la semana pasada. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció en una entrevista televisada que este paso es necesario para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y resolver problemas relacionados con el equilibrio entre el tiempo de vida y el tiempo de trabajo.

«Impulsaremos una de las grandes reformas de nuestro país, que está relacionada con la esperanza de vida y la jornada laboral, es decir, la reducción de la jornada laboral. Este es el siguiente paso que vamos a dar desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social.»afirmó Díaz.

Compromisos y desafíos políticos

La reducción de jornada forma parte de los compromisos acordados entre el PSOE y Sumar en el pacto de investidura. Aunque inicialmente estaba previsto fijarlo en 37,5 horas a partir de 2025, se decidió trasladar este cambio a 38,5 horas para este año.

Al menos el 55% de los empleados en España cubiertos por convenios colectivos trabajan más de 38,5 horas semanales, según cifras del Ministerio de Trabajo. Esta reducción beneficiará a más de seis millones de trabajadores y creará un estándar más justo para el tiempo de trabajo.

Perfil de los afectados por la nueva jornada laboral

El análisis de BBVA Research muestra que el perfil típico del empleado que más horas trabaja a la semana es un hombre de entre 30 y 34 años, de nacionalidad extranjera, residente en Baleares, Canarias o Cataluña. Este trabajador con educación básica o menos se encuentra en el sector privado, específicamente en actividades industriales como operación de maquinaria y equipos. Además, tiene contrato indefinido y lleva en la empresa entre 5 y 10 años.

A la espera de negociaciones y resistencia comercial

Aunque el ministro Díaz anunció la apertura de una mesa de negociación ante las quejas sindicales, la patronal se opone firmemente a esta reducción. La postura empresarial afirma que esta reducción tendrá un impacto directo en los costes operativos de las empresas y afectará a sus márgenes de beneficio.

El gobierno propone que las empresas con jornada laboral de 40 horas para sus empleados reduzcan la jornada laboral a 38,5 horas sin cambiar los salarios. Sin embargo, la propuesta plantea preocupaciones sobre la competitividad internacional de las empresas y su capacidad para absorber los costos crecientes.

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, señala que la introducción de una jornada laboral más corta con el mismo salario supondría un aumento salarial de casi el 7%. La resistencia empresarial se basa en la creencia de que este tipo de intervenciones afectarán a la libertad de toma de decisiones de las empresas en la gestión de sus empleados.

¿Qué impacto tendrá la nueva jornada laboral en la productividad y la economía?

La reducción de la jornada laboral presenta problemas económicos y de productividad. Si bien el gobierno dice que una mayor productividad puede compensar el impacto en las empresas, existe escepticismo sobre la idea de que los trabajadores puedan ser más productivos en menos tiempo.

BBVA Research advierte de que sin medidas compensatorias, la reducción de jornada en los próximos dos años restaría alrededor de 6 décimas al crecimiento anual del PIB y 8 décimas al empleo. Se enfatiza la necesidad de una evaluación previa de los efectos de la medida antes de su implementación.

La apertura de la mesa de negociación y el debate posterior arrojarán luz sobre cómo abordar esta compleja cuestión, que tiene el potencial de remodelar el entorno laboral en España y redefinir la relación entre empresarios y trabajadores.


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