Aquellos trabajadores que han sufrido un accidente o una enfermedad que les impide realizar cualquier actividad laboral, pueden solicitar la incapacidad permanente al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INNS). Se trata de una pensión contributiva que sirve para paliar el déficit económico o pérdidas de ingreso que pueden sufrir estas personas al no poder ejercer una labor profesional.
Para cobrar una pensión por incapacidad permanente, además de cumplir los requisitos, es necesario pasar un reconocimiento médico. Este reconocimiento, que se realiza por el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), determina el grado de incapacidad.
La pensión por incapacidad permanente se clasifica en cuatro grados: parcial, total, absoluta y gran invalidez. La incapacidad permanente absoluta es la más beneficiosa, ya que se cobra el 100% de la base reguladora.
Son muchas las personas que se cuestionan si, por padecer una determinada enfermedad o patología, tienen derecho a solicitar la incapacidad permanente absoluta. La respuesta nunca puede ser sí o no, ya que no existe una lista como tal de enfermedades que den derecho a una incapacidad permanente absoluta. En cada caso, el Equipo de Valoración de Incapacidades valorará la situación de cada trabajador para determinar el grado de incapacidad a la que tiene derecho. Aunque es cierto que podemos confeccionar una lista dado el historial de las personas que reciben esta pensión.
Cuanto se cobra por la incapacidad permanente absoluta
La cuantía de la pensión por incapacidad permanente absoluta es el 100% de la base reguladora, que es la cantidad que se ha cotizado a la Seguridad Social durante los años de trabajo. Las pensiones contributivas, como la incapacidad permanente absoluta, cuentan con unas cuantías mínimas y máximas, que son fijadas por el gobierno cada año en los Presupuestos Generales del Estado.
En 2023, lo mínimo que se puede cobrar por la pensión por incapacidad permanente absoluta es de 743,30 euros mensuales para aquellos trabajadores con 65 años o más, y de 966,20 euros mensuales aquellos trabajadores menores de 65 años. Lo máximo que se puede llegar a cobrar es de 3.059,23 euros mensuales.
Enfermedades por las que conceden una incapacidad permanente absoluta
Como hemos comentado, la Seguridad Social no tiene una lista oficial con las enfermedades por las que se puede solicitar la incapacidad, ya que esta decisión recae en el Equipo de Valoración de Incapacidades una vez examinado al trabajador. Pero sí que conocemos una lista de enfermedades por las que se puede solicitar la incapacidad permanente absoluta en 2023 dado el historial de las personas a las que se le ha concedido. Estas son las 34 enfermedades:
- Acromatopsia.
- Acondroplasia.
- Agorafobia.
- Alzheimer.
- Arterioesclerosis.
- Cardiopatías.
- Cáncer.
- Demencia senil.
- ELA.
- Enfermedad de Crohn.
- Enfermedad pulmonar.
- Enfermedad de Raynaud.
- Enfermedad de Paget.
- Enfermedad de Pompe.
- Espondilitis anquilosante.
- Esquizofrenia.
- Fibromialgia.
- Fibrosis pulmonar.
- Glaucoma.
- Hipoacusia.
- Insuficiencia renal crónica.
- Isquemia arterial crónica.
- Narcolepsia.
- Neuropatía.
- Obesidad mórbida.
- Párkinson.
- Parálisis cerebral.
- Prosopagnosia.
- Polio.
- Síndrome de Takotsubo.
- Síndrome de Brugada.
- Síndrome de Meniere.
- Síndrome de Capgras.
- Síndrome de Sjögren.
Requisitos para solicitar la incapacidad permanente absoluta
- No haber alcanzado la edad de jubilación.
- Estar de alta en la Seguridad Social, o en una situación de asimilada al alta.
- En caso de enfermedad profesional o accidente, no se exigirá cotización previa.
La solicitud se puede presentar de forma presencial en cualquier oficina de la Seguridad Social o de forma telemática a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social.
