La incapacidad permanente se otorga cuando un trabajador experimenta una reducción o anulación de su capacidad para desempeñar su labor habitual, y puede ser solicitada por cualquier persona incluida en el régimen de la Seguridad Social que cumpla con ciertos requisitos.
Pero dentro de la incapacidad permanente podemos encontrar varios tipos dependiendo de la gravedad de la situación de cada persona y de su capacidad para desempeñar una actividad laboral de forma diaria.
Así, a la hora de determinar una incapacidad permanente, el equipo de evaluación de incapacidades (EVI) de la Seguridad Social, tendrá en cuenta todos los requisitos que se requieren para cada tipo de incapacidad.
Los cuatro tipos de incapacidad se aplican en función de la situación específica de la persona
Tal y como hemos comentado, el tipo de incapacidad permanente se otorgará dependiendo de la gravedad de la situación de cada persona. Y entre esos tipos de incapacidad podemos encontrar un total de cuatro diferentes.
Identificamos la incapacidad permanente parcial, la incapacidad total, la incapacidad permanente absoluta o gran invalidez. Cada una de estas incapacidades se caracterizan por ciertos requisitos particulares.
La incapacidad puede ser parcial si el trabajador ya no puede realizar su labor de la misma manera que antes. Se considera total si el individuo no puede llevar a cabo su trabajo habitual, pero aún puede desempeñar una tarea diferente. Por otro lado, la incapacidad es absoluta cuando se concede a aquellos que han perdido por completo su capacidad para ejercer su profesión u oficio.
Adicionalmente, existe la posibilidad de obtener el reconocimiento de gran invalidez cuando, en caso de no poder trabajar, la persona requiere asistencia de otra para llevar a cabo actividades esenciales de la vida.
Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones al 1 de noviembre de 2023, se observa que las dos categorías más frecuentes son la pensión por incapacidad total, con 598.145 pensiones en vigencia, y la pensión por incapacidad absoluta, con 311.512 beneficiarios.
Cómo solicitar una pensión de incapacidad permanente
Para solicitar las pensiones de incapacidad permanente total o absoluta, es necesario cumplir con dos requisitos esenciales: estar registrado en la Seguridad Social y tener menos de 67 años, evitando así que el solicitante esté jubilado o tenga 65 años y haya cotizado durante 38 años.
El período de cotización, que representa el tiempo durante el cual una persona ha contribuido con aportaciones económicas a la Seguridad Social, es idéntico para ambas pensiones y varía en función de la edad del solicitante. En caso de ser menor de 31 años, se requiere haber cotizado al menos una tercera parte del tiempo comprendido entre los 16 años y el inicio de la incapacidad.
Para aquellos mayores de 31 años, existen dos categorías de periodos. El periodo genérico implica haber cotizado un cuarto del tiempo desde los 20 años hasta el inicio de la incapacidad. Si el tiempo resultante es inferior a cinco años cotizados, se consideran 5 años naturales como mínimo para su cálculo. Asimismo, se encuentra el periodo específico, en el cual al menos un quinto del tiempo de cotización debe ubicarse dentro de los 10 años anteriores al inicio de la incapacidad.