La pérdida de poder adquisitivo en las pensiones y en los salarios de los jóvenes

El impacto de la crisis financiera desde el año 2008 en la economía española ha sido desigual para diferentes segmentos de la población, principalmente para los jóvenes cuyos salarios han crecido menos que las pensiones desde el inicio de la recesión.

Aunque los salarios promedio de los jóvenes de 16 a 24 años aumentaron un 12,1% y los de 25 a 34 años crecieron un 14,2% en 2022, las pensiones acumularon un incremento del 14,6% en el mismo periodo.

En términos absolutos, la pensión media de jubilación ha experimentado un impresionante aumento del 54%, pasando de 814 euros al mes en 2008 a 1.254 en 2022. Sin embargo, este incremento se debe en gran medida a la entrada en el sistema de jubilados con pensiones más altas, más que a la revalorización de las prestaciones.

En cuanto a las pérdidas de poder adquisitivo, tanto jóvenes como pensionistas han experimentado una disminución significativa desde 2008, con un aumento del 25,5% en los precios de consumo, mientras que los salarios de los jóvenes y la revalorización de las pensiones solo han crecido entre un 12% y un 14,6%.

Para el año 2023 se prevé que la brecha en el poder adquisitivo se amplíe aún más, ya que las pensiones se han revalorizado un 8,5% para preservar su poder adquisitivo, mientras que los salarios no han tenido la misma protección.

El impacto de la crisis financiera ha sido diferente para jóvenes y pensionistas. Los jóvenes sufrieron pérdidas de empleo y reducciones salariales significativas entre 2008 y 2015, con una caída del salario medio de hasta un 12% para aquellos de 16 a 24 años. Mientras que las generaciones más jóvenes tardaron 11 años en recuperar sus niveles salariales previos a la crisis, los salarios medios de los demás grupos de edad no cayeron por debajo de esos niveles, excepto los mayores de 55 años.

Los salarios de los jóvenes comenzaron a recuperarse en 2019 gracias a aumentos en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y un repunte en el empleo, pero la fuerte inflación en 2022 truncó la recuperación para todos los asalariados.

A pesar de que los pensionistas también sufrieron los efectos de la crisis, sus ingresos nunca experimentaron recortes nominales, convirtiéndose en un respaldo vital para muchas familias en un período de alta tasa de desempleo y reducciones salariales. Además, el sistema de pensiones es diverso, con algunos beneficiarios recibiendo más de 3.000 euros al mes, mientras que el 40% recibe prestaciones que no superan el salario mínimo.

Pero más allá de las cifras, las realidades de jóvenes y pensionistas difieren en aspectos clave como la vivienda. Mientras que el 89% de los mayores de 65 años posee vivienda propia, casi la mitad de los jóvenes de 16 a 29 años vive de alquiler, enfrentándose a un mercado con precios en alza. Además, las condiciones laborales y salariales de los jóvenes están determinadas por el mercado laboral, mientras que la revalorización de las pensiones es responsabilidad gubernamental. Sin embargo, la mayoría de los jubilados depende completamente del sistema de pensiones para sus ingresos.


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