La incapacidad permanente para mayores de 55 años cambia este mes de febrero

Las pensiones por incapacidad permanente representan son un respaldo crucial para aquellos que han experimentado una disminución significativa en su capacidad para trabajar debido a lesiones o accidentes.

En este sentido, la pensión por incapacidad permanente destaca en que el trabajador no tiene la necesidad de abandonar por completo su actividad laboral, sino que la tiene limitada a la profesión o labor específica que causó la situación de incapacidad permanente.

La Seguridad Social en España ha adoptado medidas específicas para apoyar de manera adicional a los beneficiarios de la pensión de incapacidad permanente, especialmente aquellos que tienen 55 años o más.

Incapacidad permanente para mayores de 55 años

Esta consideración especial se basa en el reconocimiento de que, a medida que las personas se van haciendo mayores, puede resultar más desafiante encontrar nuevas oportunidades laborales que se ajusten a sus habilidades y circunstancias.

El problema común al que se enfrentan los beneficiarios de estas pensiones radica en que, al dejar de desempeñar la actividad laboral que originó la lesión o el accidente, sus ingresos se ven reducidos al recibir la pensión.

Para prevenir esta situación, la Seguridad Social permite que se compatibilice entre la pensión por incapacidad permanente y la realización de otras actividades laborales, siempre y cuando estas no sean compatibles con la profesión para la cual se concedió la pensión.

Aunque la posibilidad de trabajar en otro campo puede ser viable para personas menores de 55 años, encontrar empleo después de esa edad puede volverse un reto complicado de asumir. Las empresas a menudo prefieren contratar a personal más joven, ya que tienden a estar actualizados en cuanto a tecnología y suelen aceptar salarios más bajos. Además, algunas empresas valoran la expectativa de que los empleados permanezcan en la empresa a largo plazo, un rasgo que asocian más comúnmente con trabajadores más jóvenes.

Cambios a partir de febrero

Es en este sentido la Seguridad Social va a implementar un aumento en la cuantía de la pensión por incapacidad permanente para aquellos beneficiarios mayores de 55 años a partir de este mes febrero. Este aumento representa un aumento del 20% en la pensión, pasando del 55% al 75% de la base reguladora.

Sin embargo, para poder tener acceso a este aumento, se establecen ciertos requisitos:

  • Los beneficiarios deben tener 55 años o más.
  • No estar desarrollando una actividad laboral compatible con la pensión.
  • No estar recibiendo una prestación por desempleo.

Si un beneficiario comienza un nuevo empleo a partir de este mes de febrero, no perderá la pensión por incapacidad permanente, pero verá la cuantía reducida al 55% de la base reguladora.

En caso de que se inicie un nuevo empleo, siempre y cuando sea compatible con la incapacidad permanente total, se debe informar de manera obligatoria al Instituto Nacional de la Seguridad Social para cumplir con las normativas y garantizar un ajuste adecuado en los pagos de la pensión.

Este enfoque busca equilibrar la necesidad de los beneficiarios de encontrar nuevas oportunidades laborales con la gestión efectiva de las prestaciones por incapacidad permanente. Por tanto, esta medida pretende mejorar las condiciones económicas y laborales de los beneficiarios de pensiones por incapacidad permanente, brindando un apoyo integral a medida que avanzan en sus trayectorias laborales y de vida.


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