La depresión entre personas mayores de 65 años se ha convertido en uno de los problemas más significativos en la esfera de la salud mental, según un análisis exhaustivo llevado a cabo por los centros de día Neurovida.
Esta condición afecta a aproximadamente una de cada cuatro personas en este grupo demográfico en España, y su impacto se refleja en una calidad de vida reducida hasta en un 17% en comparación con aquellos que no sufren este trastorno, según reporta el Instituto de Salud Carlos III.
Aunque el origen específico de este trastorno depresivo resulta difícil de determinar, se ha identificado una serie de factores que podrían influir en la manifestación de estos síntomas.
Por qué afecta la depresión em mayores
Estos riesgos pueden asociarse con aspectos biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. Los adultos mayores enfrentan una mayor probabilidad de experimentar situaciones adversas como el duelo, disminución de ingresos, pérdida de seres queridos, problemas de salud o movilidad, que en muchos casos actúan como catalizadores de la depresión.
Un estudio publicado en Archives of Gerontology and Geriatrics revela que uno de cada cuatro individuos mayores experimenta aislamiento social y soledad, factores determinantes para el desarrollo de problemas de salud mental en etapas posteriores de la vida.
Algunos grupos de adultos mayores se encuentran en mayor riesgo de padecer depresión y ansiedad debido a condiciones precarias de vida, mala salud física o la falta de acceso a servicios y apoyos de calidad. Este grupo abarca a aquellos que sufren enfermedades crónicas, afecciones neurológicas como la demencia o problemas relacionados con el abuso de sustancias.
La convivencia o el mantenimiento de relaciones cercanas con personas que enfrentan depresión puede ser desafiante debido a la frustración y la sensación de impotencia al presenciar su apatía, falta de interés personal, ánimo decaído y la incapacidad para experimentar placer. Sin embargo, para mejorar su estado emocional, es crucial dejar de lado la ira que surge de esta frustración y buscar formas alternativas de interactuar con la persona mayor, explica Priti Sadhwani, CEO de Neurovida.
Síntomas en los mayores
Los síntomas depresivos pueden estar acompañados por déficits neuropsicológicos, lo que se conoce como pseudodemencia depresiva. Por ello, desde Neurovida se enfatiza la importancia de realizar un diagnóstico diferencial entre demencia y depresión. Entre las alteraciones más comunes se incluyen el enlentecimiento en el procesamiento cognitivo, dificultades en la atención sostenida y dividida, afectaciones en funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, planificación y toma de decisiones, así como problemas en la memoria episódica a corto y largo plazo, especialmente la de tipo verbal.
La depresión en adultos mayores se manifiesta principalmente a través de la tristeza, anhedonia (incapacidad para experimentar placer) y síntomas psicosomáticos como fatiga crónica o dolores de cabeza, lo que destaca su complejidad.
Las enfermedades mentales en esta etapa de la vida a menudo ponen a la familia en la posición de cuidadores antes de que intervengan los servicios profesionales o institucionales de salud. Esta situación puede generar un considerable sufrimiento, especialmente cuando las necesidades de atención del ser querido superan la capacidad de la familia para adaptarse a ellas.
En los centros de día, se trabaja en la creación de entornos físicos y sociales que promuevan el bienestar y permitan a los adultos mayores realizar actividades significativas, a pesar de las limitaciones que puedan tener.
Por tanto, la depresión en adultos mayores es un desafío significativo que requiere un enfoque integral y comprensivo. Desde Neurovida y otros centros especializados, se destacan estrategias que van desde la identificación temprana hasta el tratamiento terapéutico para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y su bienestar emocional.
