Cada vez es más común que la Seguridad Social cubra algunas intervenciones de cirugía estética en nuestro país, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
En España, se realizan más de 204.000 intervenciones de cirugía estética al año, según los datos más recientes presentados por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE).
Este informe también revela notables disparidades de género en cuanto a la frecuencia de estas intervenciones, con un 85% de las intervenciones realizadas en mujeres, lo que muestra que son ellas quienes lideran en este campo.
Sin embargo, se ha observado un aumento en el interés de los hombres, especialmente entre la población más joven, lo que indica un cambio gradual en las percepciones y preferencias culturales.
Las cirugías estéticas más comunes
Según el informe de la SECPRE, las intervenciones relacionadas con la cirugía mamaria son las más frecuentes, representando el 52.6% del total. Esto demuestra la importancia que la apariencia del pecho tiene en las decisiones estéticas de la población. En segundo lugar, con un 23.7%, se encuentran las intervenciones relacionadas con la cirugía de cabeza, donde la blefaroplastia (10.7%) para corregir los párpados caídos y la rinoplastia (7%) para remodelar la nariz son las cirugías más demandadas. En tercer lugar, la liposucción, con un 10.5%, compite prácticamente en igualdad de condiciones con las intervenciones corporales, mostrando la continua búsqueda de una figura corporal ideal.
A pesar de su popularidad y la creciente demanda, se percibe que las cirugías estéticas son notoriamente costosas. Esto significa que muchas personas no pueden acceder a ellas debido a razones económicas. Sin embargo, es importante reconocer que la Seguridad Social cubre algunas intervenciones de cirugía estética, siempre y cuando las motivaciones no se limiten únicamente a criterios estéticos, sino que también contemplen aspectos reparadores o reconstructivos.
Las cirugías estéticas cubiertas por la Seguridad Social
La cirugía plástica va más allá de la preocupación por la apariencia visual y puede ser reparadora o reconstructiva, abordando casos de malformaciones de nacimiento o lesiones ocasionadas por accidentes. Por ejemplo, una persona con malformaciones en las mamas que afectan su salud puede ser elegible para someterse a una cirugía de reducción de mamas a través de la Seguridad Social después de una evaluación detallada del caso. De manera similar, aquellos que experimentan problemas respiratorios debido a malformaciones en las fosas nasales pueden acceder a una rinoplastia de forma gratuita.
Es crucial distinguir entre cirugía estética y reparadora. Cada caso debe evaluarse de manera individual, explorando alternativas antes de optar por una intervención. La Seguridad Social solo cubre cirugías reparadoras o reconstructivas, según lo establecido en el Real Decreto 1030/2006. Este reglamento establece que las operaciones de cirugía estética serán financiadas en casos de accidente, enfermedad o malformación genética.
Entre las cirugías cubiertas por la Seguridad Social se encuentran la reconstrucción mamaria después de un cáncer, la corrección de asimetría mamaria que causa dolores lumbares, el tratamiento de la macromastia para problemas de columna, la ginecomastia en hombres y malformaciones como la falta de glándula mamaria. También se incluyen la otoplastia en caso de deformidades en las orejas, la rinoplastia por problemas respiratorios, la blefaroplastia en situaciones de problemas de visión, la cirugía bariátrica en casos de sobrepeso grave y la cirugía facial en situaciones de malformaciones en cara y cuello. La realización de todos estos procedimientos implica un exhaustivo estudio individual de cada caso por parte de un equipo médico especializado en cirugía plástica.
