Esto es lo que le ocurre a tu organismo con una semana de ayuno

El ayuno, una práctica ancestral que ha atravesado milenios, ha sido adoptado tanto por necesidad histórica como por motivos contemporáneos, como estrategia cultural o para alcanzar objetivos de salud, como la pérdida de peso.

A lo largo del tiempo, los humanos han demostrado la capacidad de resistir períodos prolongados sin consumir alimentos, adaptando su organismo para aprovechar sus reservas de energía almacenadas.

Aunque se reconoce el cambio en la fuente de energía durante el ayuno, los impactos específicos en la salud, ya sean beneficiosos o perjudiciales, han sido objeto de escasa comprensión.

El ayuno en nuestro cuerpo

Un reciente estudio publicado en la revista ‘Nature Metabolism’ arroja luz sobre las consecuencias del ayuno durante una semana, y se sumerge en la comprensión molecular de las adaptaciones del cuerpo ante la falta de alimentos. Investigadores del Instituto de Investigación Universitaria Precision Healthcare (PHURI) de la Universidad Queen Mary de Londres y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte llevaron a cabo un análisis detallado, aprovechando las innovadoras técnicas que permiten la medición de miles de proteínas en la sangre.

El experimento involucró a 12 voluntarios sanos que se sometieron a un ayuno de siete días, consumiendo únicamente agua. Durante este período, los investigadores monitorearon diariamente a los participantes para registrar los cambios en los niveles de alrededor de 3.000 proteínas en la sangre, tanto antes, durante como después del ayuno. Este enfoque detallado permitió identificar las proteínas clave involucradas en las respuestas corporales, abriendo la puerta a posibles aplicaciones terapéuticas.

Cambios en la fuente de energía

Los resultados revelaron que, conforme a las expectativas, el cuerpo cambió su fuente de energía de la glucosa a las reservas de grasa almacenadas en los primeros días de ayuno. Los participantes experimentaron una pérdida de peso promedio de 5,7 kg, tanto en masa grasa como magra. Notablemente, después de tres días de alimentación normal post-ayuno, se observó que el peso se mantenía constante, con una reversión casi completa de la pérdida de masa magra, mientras que la masa grasa se mantenía.

Lo más destacado del estudio fue la observación de cambios distintos en los niveles de proteínas después de aproximadamente tres días de ayuno, indicando una respuesta a nivel molecular en todo el cuerpo frente a la restricción calórica completa. Alrededor de un tercio de las proteínas medidas mostraron cambios significativos en todos los órganos principales, con patrones consistentes entre los voluntarios. Sin embargo, se identificaron firmas distintivas más allá de la pérdida de peso, como cambios en las proteínas estructurales que sostienen las neuronas en el cerebro.

El ayuno, cuando se realiza de manera segura, no solo es efectivo para perder peso, sino que también puede tener beneficios para la salud más allá de esta faceta. El estudio destaca que estos beneficios fueron evidentes después de tres días de restricción calórica total, un hallazgo que desafía las percepciones anteriores sobre el tiempo necesario para obtener beneficios. Estos resultados pueden proporcionar información valiosa sobre por qué el ayuno es beneficioso en ciertos casos, abriendo la puerta al desarrollo de tratamientos adaptados a las necesidades de los pacientes.


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