Cuando una persona alcanza la edad de jubilación, que actualmente es de 65 años o 66 años y cuatro meses, según su historial de cotizaciones, la Seguridad Social garantiza que recibirá una pensión que se convertirá en su principal fuente de ingresos una vez que se retire del ámbito laboral.
Sin embargo, la Seguridad Social ofrece la posibilidad de retrasar la jubilación a cambio de recompensas específicas que afectarán al monto futuro de la pensión. Este fenómeno, conocido como jubilación demorada, permite a los trabajadores retirarse más allá de la edad ordinaria de jubilación.
La Seguridad Social ha advertido a los ciudadanos de que, en ciertas circunstancias, esta opción puede ser beneficiosa para los trabajadores. La institución ha explicado el proceso de la jubilación demorada y las ventajas que ofrece a aquellos que la elijan.
Beneficios de retrasar la jubilación
La jubilación demorada ha experimentado mejoras con la primera parte de la ‘reforma Escrivá’ de las pensiones, que se centra en optimizar los incentivos para posponer la jubilación con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Según la información proporcionada por la Seguridad Social en su sitio web, es fundamental contar con al menos 15 años de cotización al momento de cumplir la edad de jubilación ordinaria para acceder a la jubilación demorada.
Según la Ley 21/2021, de 28 de diciembre (disponible en el Boletín Oficial del Estado), por cada año completo cotizado más allá de la edad ordinaria de jubilación, los trabajadores pueden elegir entre las siguientes opciones:
- Un 4% adicional sobre la base reguladora, que se suma a la que se tenía al cumplir la edad ordinaria de jubilación.
- Una cantidad única por cada año, con un aumento del 10% si se han cotizado 44 años y seis meses, oscilando entre 5,000 y 12,000 euros según el caso.
- Una combinación de ambas opciones, según lo establecido reglamentariamente.
Una vez tomada la decisión, no se puede modificar, por lo que la elección se debe realizar después de una cuidadosa reflexión.
La Seguridad Social ha querido ilustrar el funcionamiento de la jubilación demorada con un ejemplo práctico. Supongamos que una persona con 35 años cotizados y una pensión de 1,500 euros decide retrasar su jubilación dos años. En este escenario, tendría tres opciones:
- Optar por el 4% adicional sobre la base reguladora, lo que aumentaría su pensión en 120 euros al mes.
- Elegir el pago único, recibiendo 15,414 euros (7,707 euros por año).
- Optar por la fórmula mixta, obteniendo 7,707 euros como pago único y un aumento de 60 euros al mes en su pensión.
Estos ejemplos demuestran cómo la jubilación demorada puede tener beneficios financieros significativos para aquellos que deciden posponer su retiro. La estrategia busca no solo mejorar las finanzas personales de los jubilados, sino también contribuir a la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones.
Cambio en la edad de jubilación
Cabe destacar que la edad de jubilación para este año 2023 es de 66 años y 4 meses, pero a partir del próximo año 2024 esta cifra varía, y la edad de jubilación será de 66 años y 6 meses. Es decir, que la edad de jubilación ordinaria se retrasa 2 meses. Este cambio se debe a la reforma de las pensiones, que va a provocar que la edad de jubilación se vaya retrasando año tras año.