Estas son las condiciones para trabajar y cobrar una pensión por discapacidad al mismo tiempo

La Seguridad Social ha llevado a cabo una serie de actualizaciones que impactan las condiciones laborales de las personas que reciben una pensión por discapacidad, con el objetivo de mejorar la inclusión y el reconocimiento de los derechos laborales de este sector de la población.

Estas medidas suponen un cambio muy importante para la situación laboral para aquellos que, debido a enfermedades o accidentes, dependen de una pensión por discapacidad.

El objetivo principal de estas actualizaciones tiene dos finalidades:

  • Reconocer la capacidad de las personas con discapacidad para contribuir al mercado laboral.
  • Garantizar la seguridad económica que proporcionan las pensiones de incapacidad.

Empleo y discapacidad

La nueva normativa simplifica y adapta la compatibilidad entre el cobro de la pensión por discapacidad y la reintegración al entorno laboral a las necesidades individuales de cada trabajador, tomando en cuenta el grado de incapacidad permanente reconocido. Este reconocimiento varía desde la incapacidad parcial, total, absoluta hasta la gran invalidez, cada una con diferentes niveles de capacidad laboral y formas en que los beneficiarios pueden participar en el mercado de trabajo sin perder sus prestaciones.

  • Para aquellos con una incapacidad permanente parcial, la legislación permite la continuidad en su puesto de trabajo o el acceso a nuevos empleos sin restricciones, siempre que se consideren sus limitaciones físicas o psíquicas. Esto no solo fomenta la autonomía personal, sino que también valora las competencias más allá de las limitaciones impuestas por la discapacidad.
  • En el caso de la incapacidad permanente total, los beneficiarios tienen la oportunidad de embarcarse en nuevos proyectos laborales, incluso dentro de la misma empresa, siempre que las tareas a desempeñar sean diferentes a las que causaron su situación de incapacidad. Esto abre un abanico de oportunidades para la reinvención profesional y la adaptación a nuevos roles que no comprometan su bienestar físico o mental.
  • Además, para aquellos que reciben pensiones por incapacidad permanente absoluta o de gran invalidez, la flexibilidad de la normativa permite la ocupación en trabajos compatibles con su estado de salud, sin alterar su capacidad laboral reconocida. Esto reconoce la importancia de mantener la dignidad y el propósito de vida a través del trabajo, incluso en circunstancias desafiantes.

Fraudes y negligencias

Esta nueva legislación también impone límites con el fin de poder garantizar la sostenibilidad del sistema de prestaciones. La Seguridad Social tiene la autoridad para suspender el pago de la pensión en casos de fraude, negligencia en el seguimiento de tratamientos médicos prescritos o renuncia a procesos de rehabilitación y readaptación sin justificación.

Estas medidas buscan equilibrar la necesidad de apoyo económico continuo con el deseo y la capacidad de las personas con discapacidad de contribuir al tejido económico y social. La implementación de estas normativas representa un avance en la lucha por la igualdad de oportunidades y la eliminación de barreras para las personas con discapacidad, asegurando que la participación en el mundo laboral sea una opción viable y enriquecedora para todos. Es un claro paso hacia un mercado laboral más inclusivo y diverso, en el que se valora y se reconoce el potencial de cada individuo, independientemente de sus condiciones físicas o de salud.