Enfermedades raras y la incapacidad permanente: cómo conseguir la prestación

La incapacidad permanente es una prestación económica que otorga la Seguridad Social a las personas que, a consecuencia de una enfermedad o un accidente, no pueden realizar su actividad laboral de manera definitiva o previsiblemente definitiva.

Existen tres grados de incapacidad permanente:

  • Incapacidad permanente parcial: Se otorga cuando la disminución de la capacidad laboral es igual o superior al 33%, pero no impide a la persona realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual.
  • Incapacidad permanente total: Se otorga cuando la disminución de la capacidad laboral es igual o superior al 55%, y la persona no está capacitada para realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero sí puede realizar otras tareas diferentes.
  • Incapacidad permanente absoluta: Se otorga cuando la disminución de la capacidad laboral es igual o superior al 65%, y el trabajador no puede realizar ningún tipo de trabajo.

Para poder solicitar la incapacidad permanente, deberás presentar una solicitud ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social. La solicitud tendrá que ir acompañada de un informe médico el cual acredite la disminución de la capacidad laboral.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social realizará una evaluación de la solicitud y, si se concede la incapacidad permanente, el trabajador percibirá una pensión mensual que se calculará en función de su base reguladora y de su grado de incapacidad.

Causas de la incapacidad permanente

Las causas de la incapacidad permanente pueden ser muy diversas, pero las más comunes son por enfermedad o por sufrir un accidente.

Aquellas personas a las que se le reconoce la incapacidad para ejercer una profesión debido a una enfermedad, tendrán la posibilidad de acceder a una prestación vitalicia de la Seguridad Social, siempre y cuando los informes médicos respalden dicha situación. La prestación vitalicia también podrá ser revisada por el Tribunal Médico en cualquier momento, con el fin de valorar una posible mejoría del pensionista.

Incapacidad permanente para enfermedades raras

La consideración de una enfermedad como rara es establecida cuando afecta a un número limitado de personas. Para ser exactos, la enfermedad debe afectar a menos de 5 de cada 10.000 habitantes, según datos de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER). A pesar de su rareza, estas patologías poco frecuentes afectan al 7% de la población mundial, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, se han identificado 7.000 enfermedades raras, registradas en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Las estadísticas de este registro revelan que la mayoría de estas enfermedades afectan a cinco personas o menos.

Para aquellos pacientes diagnosticados que no pueden continuar trabajando debido a su enfermedad, la protección mediante una pensión de la Seguridad Social es esencial. En caso de que el comité de valoración del Instituto Nacional de la Seguridad Social niegue el proceso, se debe seguir con la reclamación legal para buscar obtener la pensión estatal. En esta lucha por los derechos, la documentación médica juega un papel crucial, ya que debe respaldar adecuadamente las limitaciones orgánicas y/o funcionales que impiden el desempeño de una actividad laboral con dedicación, profesionalidad y constancia.


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