Enfermedades confirmadas para solicitar una incapacidad temporal

Los riesgos de la vida cotidiana pueden impactar la capacidad laboral de un profesional que les lleve a solicitar una incapacidad laboral. Enfermedades o accidentes, tanto en el ámbito laboral como fuera de él, pueden dificultar o imposibilitar el desempeño de tareas por días o semanas.

Según la Seguridad Social, la Prestación por Incapacidad Temporal es un subsidio destinado a respaldar a los trabajadores que no pueden acudir a su trabajo, cubriendo la pérdida de ingresos en tales circunstancias.

Sin embargo, no todos los profesionales o contextos laborales califican para acceder a esta prestación. Está sujeta a requisitos y solo es accesible para ciertos tipos de empleos.

Quién puede solicitar la incapacidad temporal

No todos pueden acceder a este beneficio. Los beneficiarios, según el portal de la Seguridad Social, incluyen:

  • Trabajadores afiliados a cualquier régimen de la Seguridad Social, cumpliendo requisitos específicos.
  • Trabajadores del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y del sistema especial de trabajadores agrarios que hayan optado por esta prestación.

Es relevante destacar que los trabajadores por cuenta ajena suelen recibir este subsidio como un pago delegado de su empresa, de forma similar a los salarios habituales. En caso de enfermedad común o accidente no laboral, la empresa efectúa los pagos entre el cuarto y el decimoquinto día de baja (ambos incluidos), mientras que a partir del decimosexto, la responsabilidad recae en la mutua o el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Para los trabajadores autónomos, la mutua o entidad gestora se encarga de estos pagos, pudiendo solicitarse también mediante el pago directo.

Una vez establecidos los beneficiarios, es importante entender los requisitos y la cantidad de esta prestación por incapacidad temporal.

En cuanto a los requisitos, padecer una enfermedad común implica estar afiliado y tener al menos 180 días de cotización en los últimos 5 años. En caso de accidente laboral o enfermedad profesional, no se exige un período de cotización previo.

En cuanto a los montos, se dividen de la siguiente manera:

  • Enfermedad común y accidente no laboral: 60% de la base reguladora desde el cuarto hasta el vigésimo día de baja, y 75% desde el día vigésimo primero.
  • Enfermedad profesional o accidente de trabajo: 75% de la base reguladora desde el día siguiente a la baja en el trabajo.

Enfermedades para solicitar la incapacidad temporal

Las enfermedades comunes más frecuentes son:

  • Bronquitis aguda, tos y mucosidad.
  • Resfriado común. Estornudos, moqueo o congestión nasal, dolor de garganta, tos.
  • Infección de oído. Dolor de oído, fiebre.
  • Influenza o gripe. Fiebre (no todas las personas con influenza tienen fiebre), tos, dolores corporales, dolor de garganta, moqueo o congestión nasal, dolor de cabeza, escalofríos ,fatiga
  • Gastroenteritis: Diarrea, dolor abdominal, vómitos, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos.
  • Sinusitis: Infección de los senos paranasales.
  • Infecciones de la piel: Enrojecimiento de la piel, inflamación de la zona afectada.
  • Dolor de garganta: Dolor o molestias en la garganta, inflamación o ronquera.
  • Infección urinaria: Dolor o ardor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia

Las 12 enfermedades profesionales más comunes son:

  • Estrés térmico
  • Silicosis
  • Asbestosis
  • Enfermedades causadas por exposición a agentes químicos
  • Enfermedades de la voz
  • Enfermedades respiratorias
  • Enfermedades infeccionas
  • Dermatitis y alergias
  • Cáncer de origen laboral
  • Hipoacusia
  • Enfermedades osteomusculares
  • Estrés laboral

Los accidentes laborales más comunes son:

  • Caídas: Estos incidentes suelen ocurrir por el incorrecto uso o la ausencia de Equipos de Protección Personal (EPP), actividades en áreas elevadas, falta de señalización en zonas de riesgo dentro de las empresas y manejo inadecuado de líquidos que generan deslizamientos en los espacios laborales.
  • Laceraciones y amputaciones: En gran medida, estos accidentes están vinculados al uso inadecuado del EPP, así como al manejo incorrecto de maquinaria y equipos de producción.
  • Intoxicaciones: La exposición a sustancias peligrosas en determinados espacios laborales incrementa la probabilidad de sufrir este tipo de incidentes.
  • Electrocuciones: Aunque pueden ser resultado de la imprudencia de los operadores, en su mayoría se deben a fallos en las instalaciones de las empresas (mantenimiento deficiente).
  • Accidentes vehiculares: La utilización de vehículos especializados es fundamental en las labores diarias de las empresas. Sin embargo, el manejo inapropiado de estos equipos conlleva un aumento significativo de los accidentes.

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