La incapacidad permanente se produce cuando un empleado se encuentra imposibilitado a ejercer una actividad debido a una enfermedad o lesión que limita su capacidad para el desempeño de su trabajo u otro tipo de actividad laboral. Esta situación genera el derecho a recibir una prestación por parte de la Seguridad Social.
El objetivo de esta prestación contributiva es cubrir la pérdida de ingresos que el trabajador sufre cuando por accidente o enfermedad se reduce o anula su capacidad laboral. Este derecho económico puede ser definido o indefinido, dependiendo de las cotizaciones que el contribuyente haya realizado con la Seguridad Social y el cumplimiento de una serie de requisitos que dependerán del grado de incapacidad.
La incapacidad permanente se divide en cuatro categorías según el grado de incapacidad, Incapacidad permanente parcial, Incapacidad permanente total, Incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.
Subida de la incapacidad permanente
Desde el 1 de enero de 2024 los importes de las pensiones mínimas y máximas se han revalorizado, con carácter general, en un 3,8%. No obstante, las cuantías mínimas se han visto incrementadas en un 6,9% con el objetivo de reducir la brecha entre la cuantía de las pensiones mínimas y el umbral de la pobreza. Las cuantías de las pensiones mínimas por incapacidad permanente se encuentran entre 603,30 euros y 1.549, 90 euros mensuales, dependiendo del grado de incapacidad determinado. La pensión máxima se establece en 3.175,04 euros mensuales.
Las pensiones no son indefinidas y pueden suspenderse o extinguirse. La Seguridad Social puede suspender o retirar la pensión por incapacidad permanente. La suspensión no supone la extinción permanente de la pensión, sino que de manera temporal no se ingresa la cantidad establecida, sin embargo, con la extinción, el beneficiario pierde el derecho a percibir su prestación.
Las causas que pueden producir la suspensión son las siguientes:
- Cuando el beneficiario haya actuado de forma fraudulenta para obtener la prestación
- Cuando rechace o abandone sin causa justificada el tratamiento médico prescrito o procesos de readaptación o rehabilitación durante la situación de incapacidad Las situaciones que producen la extinción:
- Revisión con un resultado favorable de curación
- Fallecimiento del beneficiario
- Cuando se reconozca el derecho a la pensión por jubilación
Edad máxima para la incapacidad permanente
Hasta cuándo se puede solicitar la pensión por incapacidad permanente La solicitud de la pensión por incapacidad permanente puede realizarse hasta alcanzar la edad de jubilación. La edad será de 65 años para aquellos que hayan contribuido a la Seguridad Social al menos 37 años y 9 meses, sin embargo, aquellos trabajadores que no alcancen el umbral estipulado de cotización, la edad límite será de 66 años y 4 meses.
Cuando se comienza a recibir una pensión por jubilación, no se puede seguir percibiendo la pensión por incapacidad, puesto que la prestación por jubilación se considera una protección social para aquellos trabajadores que han llegado a la edad de jubilación y, sin embargo, la prestación por incapacidad protege a aquellos que no pueden ejercer una actividad laboral por enfermedad o lesión.