Hay cambios importantes en estas pensiones de la Seguridad Social, en concreto en las prestaciones de viudedad, la jubilación parcial y la jubilación activa. Dichos cambios tienen un objetivo claro, según la ministra Elma Saiz, que es el de mejorar el acceso y el importe de las pensiones dadas. En este artículo te contamos yodo lo que necesitas saber sobre las modificaciones que van a tener a partir de ahora.
Cambios en las pensiones de viudedad y el retraso de la jubilación
Se busca dar protección y mejorar la vida de las personas mayores de 65 años. El motivo es que, para muchas de estas personas, la pensión de viudedad es su única fuente de ingresos. Si a eso añadimos que hay familias cuyos hijos o incluso niños pueden depender de esa prestación, vemos pues, su importancia.
Las mejoras en las pensiones más bajas, especialmente en las pensiones de viudedad con cargas familiares, son muy importantes para garantizar el bienestar económico de los beneficiarios más vulnerables. Estas medidas buscan mejorar su calidad de vida y ofrecerles una mayor seguridad financiera. Es fundamental que se sigan implementando políticas que protejan y apoyen a aquellos que dependen de las pensiones para su sustento.
Por otro lado, el gobierno también está impulsando medidas para fomentar el retraso en la edad de jubilación, con el objetivo de alinearla con la edad legal ordinaria, que se situará en los 67 años en 2027. Alcanzando, esperemos, el tope. Esta medida busca reducir el gasto para la Seguridad Social que conlleva la jubilación de la generación del baby boom.
Cambios importantes en estas pensiones de la Seguridad Social: jubilación parcial y activa
La jubilación parcial es un régimen que permite a los trabajadores reducir su jornada laboral y, al mismo tiempo, comenzar a percibir una parte de su pensión de jubilación. Este tipo de sistema facilita una transición gradual hacia la jubilación, permitiendo a los trabajadores mayores reducir su carga laboral mientras continúan generando ingresos y acumulando derechos de pensión. Eso sí, este tipo de jubilación suele estar sujeto a ciertas condiciones estrictas.
Por otro lado, la jubilación activa es un régimen que permite a los trabajadores jubilados seguir trabajando de forma remunerada, ya sea a tiempo completo o parcial, mientras continúan percibiendo su pensión de jubilación. En ambas, se están estudiando nuevas regulaciones para mejorar la compatibilidad del trabajo con la pensión. Además de esto, se pretende extender el régimen de compatibilidad de la pensión con el trabajo a partir de la edad común de jubilación.
Otro aspecto es la propuesta de establecer coeficientes reductores de edad en las conocidas como actividades penosas para anticipar la edad de jubilación y darles el merecido descanso. Estos coeficientes se aplicarán en situaciones donde no sea posible modificar las condiciones de trabajo y sea necesario para la salud íntegra del sujeto.
Como medida extra, se pretende crear un Consejo Asesor de Brecha de Género, con el objetivo de abordar la desigualdad de género en el sistema de Seguridad Social y avanzar en materia de igualdad en el ámbito laboral y familiar. Algo que se lleva pidiendo desde hace años y es, cada vez, más necesario.
Todos estos cambios en ciertas pensiones tienen un motivo claro: el de mejorar tanto la protección como el bienestar de los millones pensionistas que hay en España. No solo eso, se busca garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. Medidas, pues, necesarias para todos. Una forma de que, en el futuro, nuestros hijos y los nietos puedan asegurarse su propia pensión y una calidad de vida digna o incluso mejor de lo que nosotros mismos veremos.
