Si algo está claro, es que 2024 ha sido un año de cambios en cuanto a pensiones. Así sigue siendo. Este mismo año hemos visto, entre otros muchos aumentos, un aumento significativo en la pensión de viudedad, como parte de una serie de reformas del Gobierno para mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios y asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Una sostenibilidad que, en los últimos años, parece tambalearse y cada vez son más las personas que dudan de la misma.
Cambios confirmados por el Gobierno en la pensión de viudedad
Estos cambios son especialmente relevantes para las personas que han perdido a sus cónyuges y dependen de esta prestación para su sustento económico. Y es que, recordemos que en muchas ocasiones no solo es la pareja, a veces puede darse el caso de que, de esa pensión de viudedad, también dependan hijos o nietos. Un ajuste en las pensiones que también considera la inflación, con un aumento del 6,9% para las pensiones no contributivas, asegurando que el incremento real de las pensiones supera la tasa de inflación. Lo cual es una necesidad para la sociedad actual.
Por su parte, la pensión de viudedad ha tenido un aumento del 14% en 2024. Para las estas prestaciones con cargas familiares, esto se traducirá en un incremento mensual de aproximadamente 127 euros, elevando la pensión anual de 12.682 euros a 14.457 euros, distribuidos en 14 pagas en caso de una pensión del Régimen General.
Se ha modificado la manera en la que se hace el cálculo de la pensión de viudedad. La nueva fórmula para calcularlas en España busca una distribución más equitativa de los recursos del estado. Antes, este cálculo se aplicaba un porcentaje estático del 52% de la base reguladora del fallecido, ahora ha aumentado hasta un 70% en situaciones con cargas adicionales. Un gran cambio.
La intención de ello, es enfocar los beneficios hacia aquellos cuya situación económica depende críticamente de la pensión de viudedad, particularmente las personas mayores de 65 años. Este grupo, que a menudo no tiene otras fuentes de ingreso significativas, se beneficiará de un sistema que ahora considera variables como la edad y las condiciones económicas generales y cada vez más cambiantes. Todo un apoyo para quienes más lo necesitan.
¿Y la jubilación activa?
Las reformas pendientes no acaban aquí, también entra de lleno en la conocida como jubilación activa, que permite compatibilizar la pensión con otro trabajo y se enfrentará a cambios significativos pronto. En este aspecto, se propone una reducción gradual de la pensión durante los primeros años de esta modalidad de jubilación, con un plan de ajuste de cinco años que inicia con un 30% de la pensión el primer año y escala hasta el 100% en el quinto año.
Además, el Gobierno está intensificando la fiscalización de las mutuas colaboradoras para asegurar una gestión adecuada de las prestaciones de incapacidad temporal, buscando de esta manera evitar abusos y mejorar la eficiencia del sistema. Algo necesario más que nunca ahora que se pone en tela de juicio su sostenibilidad.
Los cambios en la pensión de viudedad para 2024 son una muestra clara del compromiso que tiene el Gobierno por algo vital para la sociedad: mejorar la calidad de vida de los pensionistas. Estas mejoras en las pensiones son todo un esfuerzo por mantener un sistema sostenible que apoye a los ciudadanos en sus años de jubilación o tras la pérdida de un ser querido. De cualquier manera, es un rayo de esperanza para miles de personas en España que, de alguna manera, también aporta luz al resto de ciudadanos.
