Adiós a las nóminas tal y como las conocíamos en 2024: cambio confirmado por la Seguridad Social

El inicio del nuevo año ha traído consigo una serie de cambios muy importantes en el ámbito laboral (especialmente en la agenda salarial) y en la seguridad social, y en el epicentro de estos cambios está la última reforma de las pensiones, que da vida a la Justicia Intergeneracional. Mecanismo (I). Este mecanismo, que incluye una asignación extraordinaria, aumentó hasta el 0,7% del salario desde el 1 de enero.

MEI y su impacto en los salarios

Uno de los principales cambios que notarán los trabajadores cuando reciban sus cheques de pago en 2024 es un aumento del MEI al 0,7%. Esta comisión, que se aplica a todos los niveles salariales, tiene como objetivo alimentar el fondo de pensiones y anticipar los elevados costes que se esperan con la jubilación masiva de la generación del «baby boom». La previsión de ingresos a mediados de siglo se cifra en 130.000 millones de euros, y la reforma del MEI espera aportar otros 780 millones este año.

A partir de este año, el MEI grava el 0,6% del salario, dividido entre la empresa (0,5 puntos) y el empleado (0,1 puntos). Esta distribución se ajustará en 2029, cuando la cuota alcanzará el 1,2%, repartido entre la empresa (0,58%) y el trabajador ocupado (0,12%). Este aumento tendrá un impacto directo en las cotizaciones y por tanto en el salario neto de los trabajadores.

Orientación del MEI y su impacto en el presupuesto

Es fundamental entender que esta aportación final de la Ley General de la Seguridad Social no crea un derecho adicional a ningún tipo de prestación, al no estar incluida en la base reguladora de cálculo de las pensiones públicas. Su principal objetivo es incrementar el fondo de pensiones, que se espera que acumule 130.000 millones de euros.

Se espera que el impacto presupuestario para el primer año de esta medida ronde los 3.000 millones con un impuesto del 0,6%. Tras la introducción del MEI, el efecto recaudatorio acumulado se estima en 3.700 millones en los dos primeros años.

Aprovechamiento de los ingresos y retiros masivos del ‘baby boom’

Esta parte del fondo de seguridad social permitirá ingresos en la década actual principalmente a expensas de los salarios y, en ocasiones, incluso de un excedente en caso de excedente. Este enfoque nace de una reforma que pone el esfuerzo en el trabajador y la sociedad sin abordar el parámetro del gasto en beneficios públicos.

La demografía alerta sobre la jubilación anticipada de un gran número de baby boomers, lo que supondrá un aumento del 50% en el número de jubilados, hasta alcanzar aproximadamente 15 millones. El gobierno está tratando de anticipar este desafiante escenario financiero a través de este mecanismo.

Más cambios en 2024

Además del impacto del MEI, otros cambios en 2024 también afectarán los sueldos de los trabajadores. Uno de ellos es la supresión de las bases imponibles, que supondrá un aumento del 5% hasta más de 56.600 euros al año. Este ajuste supondrá unos ingresos adicionales de 308 millones.

La proyección de ingresos por cotizaciones sociales sugiere un esfuerzo adicional por parte de empresas y trabajadores de alrededor de 1.090 millones de euros en 2024, equivalente al 0,26% del PIB, si se cumplen las proyecciones gubernamentales.

La Seguridad Social proyecta un ritmo de crecimiento más lento que en 2023, aunque todavía fuerte (6,4%). Este crecimiento se debe a la dinámica del mercado laboral y a la entrada en vigor de medidas adicionales en materia de ingresos, como el ajuste de la base imponible máxima.

Un nuevo capítulo en la historia de los salarios

El año 2024 marca el comienzo de un capítulo transformador en la historia de los salarios. El aumento del MEI, la supresión del tope a las bases de cotización y otros ajustes buscan asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante los desafíos demográficos. Si bien estos cambios imponen cargas adicionales a las empresas y a los trabajadores, también abren la puerta a una mayor previsibilidad y estabilidad en el futuro de las pensiones. La adaptación a estos ajustes se presenta como una necesidad imperiosa para garantizar la viabilidad del sistema de seguridad social en España.


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