Adiós a la pensión de orfandad de la Seguridad Social: dejarás de cobrarla a partir de esta edad

No son momentos fáciles, perder a un progenitor es algo que impacta a nivel emocional y también a nivel económico. Un cómputo de cosas que pueden afectar a la calidad de vida de las personas e incluso su salud. Para eso mismo, nació la pensión de orfandad. En este artículo vamos a ver todos los detalles que rodean a esta prestación que, como muchos saben, no es vitalicia y llega un momento en el que se dejará de percibir.

¿Qué es la pensión de orfandad?

La pensión de orfandad es una prestación económica que se otorga a los hijos menores de edad o discapacitados que quedan en situación de desamparo económico debido al fallecimiento de uno o ambos progenitores. Esta pensión está diseñada para ayudar a cubrir las necesidades básicas de los hijos que han perdido a sus padres y depende del sistema de seguridad social de cada país.

Por lo general, se requiere que el fallecido haya cotizado un cierto período de tiempo al sistema de seguridad social para que los hijos puedan ser elegibles para recibir la pensión de orfandad. La cantidad de la pensión puede variar según diversos factores, como la edad del beneficiario, el número de padres fallecidos o incluso la comunidad donde se encuentre.

Adiós a la pensión de orfandad de la Seguridad Social a los 21

Generalmente, la pensión de orfandad se extiende hasta que el beneficiario cumple los 21 años de edad. Una edad en la que, se entiende, el sujeto ya puede valerse por sí mismo con un trabajo. Sin embargo, existen excepciones importantes a esta regla. Por ejemplo, si el beneficiario sufre de una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, la prestación puede continuar indefinidamente, proporcionando un apoyo económico continuo para cubrir sus necesidades básicas. Además, si el huérfano está cursando estudios a los 25 años, la pensión puede mantenerse hasta el inicio del próximo curso académico, permitiéndole completar su educación sin preocupaciones financieras adicionales.

También hay distinciones según el número de progenitores fallecidos. Se entiende por orfandad absoluta en el caso de que ambos progenitores murieran. En este caso, la pensión puede extenderse hasta que el beneficiario cumple los 25 años si no trabaja o sus ingresos son inferiores al salario mínimo establecido. Una disposición que busca dar apoyo a jóvenes que no lo tuvieron o lo tienen fácil e intentan darle una calidad de vida digna mientras deciden su futuro.

El caso de la pensión por orfandad a partir de los 45

No es lo común, pero sí existen casos especiales como este. Si se demuestra que el hijo abandonó el mercado laboral para cuidar exclusivamente a los padres, ya sea debido a una enfermedad o a la necesidad de asistencia, también puede tener derecho a esta pensión hasta alcanzar la edad de jubilación.

Este tipo de disposición garantiza un apoyo financiero correcto y también válida emocional y socialmente el compromiso del hijo hacia el bienestar de sus padres. Reconoce que el cuidado de los padres ancianos o enfermos no es solo una obligación moral o algo que “haya que hacer”, sino un acto de amor y solidaridad que merece ser reconocido y recompensado por tantos años de esfuerzo y dedicación a quienes le dieron la vida.

Como ves, aunque generalmente la pensión de orfandad es hasta que el beneficiario cumple los 21 años, existen excepciones que permiten su continuidad en casos de incapacidad permanente o durante la educación superior o como hemos citado, la posibilidad de recibir la pensión hasta la edad de jubilación para aquellos que sacrifican su carrera para cuidar a sus padres demuestra el reconocimiento de su dedicación y amor hacia sus padres.


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