Seguro que, si alguna vez has ido a la Seguridad Social para realizar algún trámite, recuerdas las colas, las esperas y las miradas impacientes a tu móvil para comprobar la hora. Todo esto se solucionó después de que se instaurara como obligatoria la cita previa para ser atendido. Sin embargo, todo dio un giro radical, como ha ocurrido en miles de instituciones más cuando la pandemia azotó a la humanidad.
En este escenario, la gestión de trámites básicos podía tardar hasta tres meses (solo para ser atendido). Fue entonces cuando la cita previa se instauró como medida para subsanar las fuertes restricciones y velar por la seguridad y salud de la población. Sin embargo, años después de esta pandemia, el sistema de cita previa sigue vigente, al menos hasta la fecha.
¿Qué es exactamente el sistema de cita previa?
El sistema de cita previa es un mecanismo usado por diversas instituciones y servicios públicos para organizar y gestionar la atención al público. Consiste en que los usuarios deben solicitar una cita con mayor antelación para ser atendidos en determinadas oficinas o centros, en lugar de acudir directamente y esperar ser atendidos por orden de llegada (con sus largas colas).
Este sistema de cita previa se implementa para optimizar los recursos y mejorar la eficiencia en la atención al cliente o ciudadano, algo que la población llevaba tiempo solicitando. El simple hecho de establecer un horario específico para cada persona que requiere un servicio o trámite hace que se eviten largas esperas y se pueda garantizar una atención mucho más personalizada y ordenada.
Este sistema, por su parte, permite solicitarse de diferentes formas, como por teléfono, a través de internet, mediante plataformas especializadas como Cl@ve o PIN permanente, o en algunos casos, de manera presencial en las propias oficinas. Así, cada usuario puede elegir el día y la hora que más les convenga dentro de las opciones y huecos disponibles.
¿Adiós a la cita previa de la Seguridad Social?
El sistema de cita previa obligatoria ha sido un tema de debate y controversia desde hace años, especialmente debido a su implementación durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, una crisis que ha concluido. Aunque no está específicamente contemplado en la legislación, el Gobierno aprovechó un vacío legal para implantarlo como medida temporal para gestionar la atención no presencial y, a la vez, velar por la salud de la población en tiempos difíciles.
Hoy, que la pandemia está controlada, surge la pregunta sobre la necesidad de mantener este sistema de forma permanente. Es por ello que el Ministro de Transición Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, ha expresado su intención de eliminar la cita previa obligatoria antes de que concluya la legislatura actual.
El ministro busca reformar la ley para evitar que cualquier administración pueda exigir a los ciudadanos una cita previa para ser atendidos. Esto supondría un cambio importante en la forma en que se gestionan los trámites y los diferentes servicios administrativos.
El simple hecho de eliminar la cita previa puede dar más flexibilidad a la población, aunque hoy, hay mucha gente partidaria de que la cita previa ayuda a evitar colas y pérdidas de tiempo. En cualquier caso, todo parece indicar que este cambio podría contribuir a reducir las barreras burocráticas y mejorar la experiencia del usuario en la interacción con las instituciones públicas.
En cualquier caso, es necesario garantizar que la infraestructura y los recursos humanos estén adecuadamente preparados para gestionar un mayor flujo de usuarios sin comprometer la calidad de la atención. Esto supondría más contrataciones de personal de la Seguridad Social y quizás una ampliación de horarios. Sea como sea, desde la Grada Online, te informaremos de novedades al respecto.
