10 hábitos para perder peso de manera saludable

Perder peso es una obsesión común en nuestra sociedad. Sin embargo, no todos los hábitos para adelgazar son adecuados para nuestras vidas ocupadas. Por eso, es importante diseñar un plan que se adapte a nuestras necesidades y que esté respaldado por profesionales de la salud.

A continuación, te presentamos un decálogo de 10 hábitos saludables que pueden ayudarte a perder peso sin demasiado esfuerzo ni obsesión.

1. Come despacio

Masticar cada bocado entre 30 y 50 veces ayuda a saciarte más rápidamente y reduce la cantidad de alimentos y calorías que consumes en cada comida.

2. Bebe agua fría

Beber agua fría aumenta el metabolismo en un 30% y gasta calorías adicionales para calentar el agua en el cuerpo. Se recomienda beber unos 10 vasos de agua al día.

3. Duerme lo suficiente

Las personas que duermen menos de seis horas y media por noche tienden a consumir más calorías que las que duermen más de ocho horas.

4. Haz cinco comidas al día

Hacer cinco comidas al día te ayuda a llegar saciado a la siguiente comida y a consumir menos calorías en el camino.

5. Come frutas y verduras

Las frutas y las verduras son alimentos saciantes y de baja densidad calórica, lo que ayuda a perder peso sin quedarte con hambre.

6. Utiliza platos pequeños

Comer en platos pequeños puede engañar visualmente a tu cerebro y hacerte sentir que estás comiendo más de lo que realmente consumes.

7. Mantén tu cuerpo activo

Además de llevar una dieta equilibrada, es importante realizar ejercicio regularmente para quemar más calorías de las que consumes y promover la pérdida de peso.

8. Evita comer frente al televisor

Comer frente al televisor u otros dispositivos electrónicos puede llevar a un consumo excesivo de calorías. Concéntrate en tu comida y evita distracciones.

9. Cocina en casa

Preparar tus comidas en casa te permite controlar los ingredientes y evitar aditivos y potenciadores de sabor poco saludables que se encuentran en la comida procesada.

10. Cena temprano

Evita cenar demasiado tarde, ya que el metabolismo es más lento por la noche. Cenar temprano permite que tu cuerpo procese los alimentos de manera más eficiente.


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